Hablando de España. Entrevista de Julia Tena
El Español, 10-01-16
José María Marco, historiador, escritor y profesor de Literatura Española e Historia de las Ideas Políticas en la UPCO, recibe a EL ESPAÑOL en el estudio de su casa de Madrid. Para el autor del libro ‘Sueño y destrucción de España’, el nacionalismo es una ideología antinacional, ya que los nacionalismos reivindican una nación ideal con valores intocables, mientras que una nación es una construcción de ciudadanos unidos por un vínculo político. José Maria Marco es un escritor increíblemente versátil. Ha escrito sobre la historia de España, la homosexualidad, el Oriente Medio y Manuel Azaña, entre muchos otros temas. Ante todo, se siente optimista sobre el futuro de su país. “España es un éxito monumental”, afirma orgulloso.
Hablemos de las elecciones. ¿Estamos ante un escenario de ingobernabilidad o ve posible una coalición?
Yo veo imposible una coalición. El Partido Socialista, que es el que podría tener la llave de la gobernabilidad, no quiere pactar con el PP. Creo que más bien se está formando una especie de frente en su contra. La soledad del partido más votado llevará a unas nuevas elecciones. Ojalá no sea así, pero tal y como estamos sería un milagro que no ocurriera.
Si fuésemos incapaces de hacer un Gobierno de coalición, ¿qué diría eso de nosotros?
La cultura política española no ha sido nunca de coaliciones. Los dos grandes partidos siempre han intentado coaligarse cuando no han tenido mayoría absoluta, pero sólo con los partidos nacionalistas. Lo que indicaría este nuevo escenario es que los nacionalistas ya no sirven para hacer coaliciones. Al huir hacia el independentismo ellos mismo han roto esta posibilidad. También diría mucho del PSOE: la clave de todo la tiene el Partido Socialista. La preocupación fundamental del PSOE parece ser que no gobierne el PP. Esto no puede ser. Un PSOE moderno, grande y con ambición tiene que estar dispuesto a pactar con el centro derecha. Por último, con el tiempo aprenderemos a hacer coaliciones. ¡Espero!
El PSOE siempre ha sido un partido antiderecha dogmáticamente
¿Por qué Ciudadanos ha logrado un resultado peor del que pronosticaban las encuestas?
Yo creo que Ciudadanos, desde el principio, ha sido un partido de minorías contra la casta. Tiene una vocación demasiado minoritaria. Tenía que haber sido más ambicioso, y haberse planteado como alternativa nacional a uno de los dos grandes partidos. Me da la sensación de que la gente de Ciudadanos no sabe muy bien quienes son sus electores. El juvenilismo no me parece suficiente, los jóvenes son importantes pero cada vez hay menos, por lo que dirigirse a un sector de la población tan específico excluye a demasiada gente. Me da la sensación de que no saben donde están.
¿Les falta definirse?
Si, exacto.
¿Y UpyD? ¿Por qué ha desaparecido del panorama político?
La verdad es que lo de UpyD es un misterio. Probablemente haya desaparecido porque, al igual que Ciudadanos, es un partido de minorías. Lo que realmente hace falta es organizar un partido con una base fuerte, como la del Partido Socialista, que sepa dar el giro que el PSOE nunca ha dado, ni siquiera en los momentos de Felipe González. Siempre ha sido un partido antiderecha dogmáticamente. Es lógico que sea antiderecha, para eso es un partido de izquierdas, pero hace falta menos dogmatismo. Estos partidos [Ciudadanos y UpyD] aportan el antidogmatismo pero no acaban de tener la capacidad para formar una base nacional sólida. UpyD se quedó en la espuma. Eran una élite minoritaria de intelectuales, muy interesante, pero con poca capacidad para atraer.
¿Estamos viviendo el final del bipartidismo?
La verdad es que no lo sé. El bipartidismo de España ha sido una cosa complicada. Yo creo que más bien ha sido un monopartidismo. Es decir, un partido gobierna cuando el otro se excluye a sí mismo del centro. El Partido Socialista gobernó durante mucho tiempo porque no había alternativa, ya que el PP no existía. Existía AP, pero se le veía como un partido de derechas. Cuando Aznar construye un partido más moderado, el PSOE es el que se retira del centro. Es un bipartidismo curioso: un partido ocupa el centro cuando el otro deja de ocuparlo. Yo creo que ahora la situación es complicada porque hay que reconstruir este centro. Se puede hacer desde dos partidos o desde varios, pero yo creo que lo fundamental es reconstruir un espacio de consenso, donde se pueda dialogar acerca de asuntos fundamentales. Por supuesto tiene que haber discrepancia, pero también la posibilidad de llegar a acuerdos en ciertas cuestiones. Eso es lo que falta. Aunque el PP tiene problemas internos, yo creo que está más dispuesto a hacerlo que el PSOE.
¿Qué valoración tiene de los nuevos partidos?
De Ciudadanos ya hemos hablado un poco. Yo creo para Ciudadanos hubiera sido más inteligente quedarse en Cataluña en estas elecciones, asentarse ahí con mucha fuerza y luego dar el salto. Creo que se han precipitado un poco. Podemos me parece una organización muy peligrosa. Aparte del populismo, tienen un aroma comunista o neocomunista que me desagrada profundamente. No creo que sea un partido que vaya a proporcionar más prosperidad o más libertad, al contrario.
En España falta liderazgo, pero también hace falta representación
Tanto Podemos como Ciudadanos han abanderado el concepto de regeneración.
Yo he sido muy crítico con el tema de la regeneración, de hecho he sido una de las pocas personas. Yo creo que la palabra regeneración es peligrosa. Nos remite al momento de la crisis de hace un siglo, en el 98, que es cuando la palabra regeneración vuelve a cobrar sentido político. La palabra nos devuelve a esa crisis. Lo que los españoles perciben cuando se habla de regeneración no es una reforma de lo que está mal o de un cambio gradual, que es lo que yo creo que la sociedad española necesita, sino de un cambio de todo el sistema. La regeneración implica un salto. Yo creo que a la sociedad española no le convienen los saltos, sino las reformas graduales. La palabra regeneración me parece poco positiva, y los grandes partidos tenían que haber sido más prudentes a la hora de asumir esa retórica. Es lógico que los nuevos partidos la abanderen, ya que en cierto sentido ellos presentan una alternativa total. (…)
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Foto: Moeh Atitar