Kohl. Historia viva
El primer funeral de Estado celebrado por la Unión Europea y sus instituciones era un homenaje debido a uno de sus muy grandes políticos, uno de los que tuvo claro que una Alemania unificada era la base de la nueva Unión. Gracias a eso, esta dejaría atrás la pesadilla de la división nacida del horror del comunismo, como la previa dejó atrás la bestialidad nacionalista. Y esa misma ceremonia –de ahí su carácter histórico- significa también todo un toque de atención a los europeos de hoy. Kohl supo entender que la unificación de Alemania era la clave de la nueva Unión porque confió en las instituciones, en sus mecanismos de integración, equilibrio y regulación, y también en la capacidad de los pueblos europeos, constituidos en naciones, para comprender lo que quiere decir la Unión.
Desoyendo las críticas, los miedos y el escepticismo, Kohl convirtió aquella crisis en una gigantesca oportunidad de la que aún hoy seguimos recogiendo los frutos. Esa misma actitud es la que ahora debe imponerse. Profundizar la integración y potenciar el papel de las instituciones. Es la herencia alemana y europea del gran Helmut Kohl.
La Razón, 02-07-17