La España de Sonya Yoncheva en la Zarzuela
No siempre se tiene la ocasión de escuchar a una de las grandes estrellas de la ópera cantando zarzuela. Es lo que ocurrió en Madrid, con una Sonya Yoncheva radiante, como siempre, de belleza y de simpatía, y que volvía a los escenarios españoles para abrir una brecha en un repertorio nuevo para ella.
El debut fue espectacular. Para empezar, Yoncheva tiene esa vitalidad extrovertida que es imprescindible para cantar bien la música española. No porque sobreactúe, ni gesticule, ni intente bailar (sí lo hizo, y con buen criterio, en una estupenda versión de “¡Yo soy Cecilia Valdés”!, del cubano Gonzalo Roig), pero sí porque la zarzuela, y la música española en general, no vale si no se consigue interpretarla como algo vivo, que se manifiesta como tal, único e irrepetible, en el escenario. Comprender eso y conseguirlo, es mucho más difícil de lo que parece. Luego viene la técnica vocal exigida por un repertorio del que la propia soprano confesó en voz alta y en diálogo con el público, que “no es fácil”.
No lo es, efectivamente, por las exigencias técnicas, muy marcadas, por ejemplo, en las asombrosas «Carceleras» de Las hijas de Zebedeo, que combinan el bel canto y la evocación popular con una naturalidad asombrosa, ni en la famosísima “De España vengo”, que requiere pasar de un registro explosivo a otro interiorizado sin apenas transición. No tampoco en la melancólica petenera de La Marchenera ni maravillosa romanza “Yo me vi en el mundo desamparada”, de Gaztambide, con su línea de canto elegante y sostenida. Tampoco es fácil que una voz tan grande como la de Yoncheva se adate a la picardía y a los sobrentendidos del dúo de El Gato Montés, en el que contó con la excelente colaboración de un Alejandro del Cerro en estado de gracia, canora e interpretativa. Yoncheva lo consiguió todo (…)
Seguir leyendo en Ópera Actual, 30-04-21
Madrid. Teatro de la Zarzuela. Sonya Yoncheva, Alejandro del Cerro. Obras de Federico Chueca, Pablo Sorozábal, Federico Moreno Torroba, Rafael Millán, Miguel Marqués, Joaquín Gaztambide, Gerónimo Giménez, Pablo Luna, Reveriano Soutullo y Juan Vert, Manuel Penella, Ruperto Chapí y Gonzalo Roig. 29 de abril